Reflexiones...

Ante todo me gustaría agradeceros y felicitaros por vuestra iniciativa con la creación de este blog y por darnos voz y la oportunidad de expresar lo que hemos vivido en nuestras propias carnes.

No sé si esto lo llegaréis a publicar porque realmente no es una experiencia, aunque soy una de las indignadas y afectadas con el tema de María Moreno y su escuela.

Lo que os envío es más bien una reflexión que he sacado con toda esta polémica. No voy a dar nombres porque todas las que han pasado por ello sabrán perfectamente de qué y de quienes estoy hablando, incluidas todas aquellas que habiendo criticado como la que más, siguen a su lado, esperando quizás que les lleve a la tele o les mande a una revista de tercera a hacer una práctica, que pronto se olvidan de los gritos enviándoles a la cafetería durante las últimas prácticas en televisión, la memoria es tan frágil…… ¿ya no piensan igual a como lo hacían en aquellos momentos? ¿O creen que si esto no se sabe sus títulos valdrán más que los nuestros?, ¿qué fue de aquellas a las que se las calificó como chonis? Y yo me pregunto, ¿dónde queda la dignidad?

En mi curso vivimos cómo se hacía bailar y cantar a una persona para la mofa del resto, escuchamos gritos como por ejemplo maricón o hijo de p***, mientras estábamos maquillando, los cuales no dudo que fueran dichos desde el cariño, pero ¿creéis que a cambio de 1.250€ yo quiero escuchar eso? La respuesta es NO, yo lo que quería era aprender a hacer algo más que ahumados.

En esta vida hay personas que se creen que dándole un cambio al exterior de nuestros cuerpos van a ser otras personas, y siento daros una mala noticia: da igual que te tiñas el pelo de verde, azul, amarillo o rosa, que te aumentes los labios, que adelgaces tres kilos o engordes cuatro... como dicen en mi pueblo “el hábito no hace al monje”. Si eres buena persona, lo seguirás siendo, pero si no lo eres y has creado una mentira alrededor de tu vida, algún día terminará pasando factura.

Me da igual que con todo esto se me critique, porque yo me ducho todos los días y no hay comentario o insulto hacia mí que el agua y el jabón no puedan limpiar.

Me acuesto por las noches y duermo a pierna suelta, jamás he necesitado un ansiolítico para conciliar el sueño, supongo que porque mi conciencia está muy tranquila, no he robado, no he engañado a nadie, nunca le he deseado a nadie de mi familia (y mucho menos a mi abuela) lo peor……….

Y de momento aquí lo dejo, seguiré con mis pensamientos y mis reflexiones, de nuevo gracias por el blog.